05/05/2021
La Vanguardia • La pandemia recrudece la desigualdad socioeconómica de Catalunya
Barcelona, Girona y Badalona son las ciudades con mayores brechas de riqueza entre sus habitantes
MAITE GUTIÉRREZ · BARCELONA
03/05/2021 00:08 Actualizado a 03/05/2021 17:10
A la ya célebre frase “vivir a la madrileña” de Isabel Díaz Ayuso le han seguido un sinfín de réplicas evidenciando las graves carencias que soportan miles de habitantes de la Comunidad pese a que esta lidera los indicadores macroeconómicos en España. Una desigualdad interna que la pandemia ha recrudecido y que sufren, en mayor o menor grado, otros grandes núcleos urbanos. Catalunya también acumula ejemplos de esta brecha en numerosas ciudades, tal y como acaba de revelar el Idescat. El Institut d’Estadística de la Generalitat ha publicado un nuevo indicador, el índice socioeconómico territorial, que resume en un único valor diversas características de la población residente en cada municipio: tasa de ocupación, el número de trabajadores de baja cualificación, nivel de estudios o la renta media por persona. Todo analizado barrio a barrio y por agrupación censal.
La clasificación de la desigualdad la lidera la zona nordeste de Salt (Girona)
Los datos dejan claro que vivir a la catalana no es lo mismo en la zona de La Riereta, en el Raval barcelonés, que en Tres Torres. La capital de Catalunya es el municipio que sufre los mayores contrastes junto con Badalona y Girona, indica el Idescat. Mientras que las Tres Torres es el barrio catalán con mayor nivel socioeconómico –sus habitantes tienen una alta tasa de ocupación, buen nivel educativo y renta media–, los vecinos de La Riereta sufren la peor situación de pobreza de Barcelona. La distancia entre las dos zonas es de 74 puntos. Si la media del índice socioeconómico territorial de Catalunya se sitúa 100 puntos, Tres Torres obtiene la puntuación máxima, 138 puntos, mientras que la Riereta se queda en apenas 64 puntos.
Entre los diez barrios con mayor nivel de riqueza de Catalunya sobresalen los ubicados en Barcelona y Sant Cugat del Vallès. En la primera, destacan Can Castelló (136 puntos), el Turó Parc (134) o Can Ràbia y Nena Cases (133), mientras que en la ciudad vallesana son las zonas del Parc Central (135 puntos) o el Turó de Can Mates (132 puntos) las que presentan un mejor nivel de vida de sus habitantes.
De hecho, Sant Cugat se alza como uno de los municipios con una mayor igualdad socioeconómica, según este reciente informe del Idescat. Y además por la parte alta. Todos sus barrios y zonas censales superan la media catalana, con entre 105 y 135 puntos, no hay un solo lugar por debajo de la media. No es de extrañar si se tiene en cuenta que el municipio ocupa el cuarto lugar entre las ciudades más ricas de España, según datos del INE.
Santa Coloma de Gramenet aparece como el otro gran núcleo urbano con menor desigualdad interna. Pero, al contrario que Sant Cugat, por la parte baja. Todos los barrios de este municipio gobernado por la socialista Núria Parlon están por debajo de la media catalana en cuanto a nivel de renta u ocupación de sus habitantes. Todos, en general, tienen pocos recursos. Los más pobres de todos están en la zona del Fondo, que concentra gran parte de la inmigración asiática y latinoamericana de la ciudad. Se trata de la segunda zona más deprimida de Catalunya, indica el Idescat.
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La clasificación de la desigualdad la lidera la zona nordeste de Salt (Girona). Es ahí donde se concentra el mayor número de ciudadanos en paro, con rentas bajas y un nivel formativo bajo. Tan solo obtiene 37 puntos en el índice socioeconómico, el valor más bajo de toda Catalunya. Después del barrio del Fondo de Santa Coloma le siguen en esta lista de la pobreza el barrio de Sant Roc de Badalona, en la zona de la plaza Camarón de la Isla, el núcleo antiguo de Balaguer y Font de la Pólvora en Girona. “Vemos como la pobreza se perpetúa en determinadas zonas, sobre todo urbanas, pasa de familia a familia y entre grupos poblacionales”, advierte al respecto el economista Josep Oliver.
No es lo mismovivir a la catalana en Sant Cugat que en Santa Coloma, a pesar de que a estos municipios les separan apenas 17 kilómetros. Tampoco es lo mismo tener un nivel socioeconómico bajo en Barcelona que en Terres del Ebre, otra de las grandes zonas deprimidas identificadas por el Idescat, matiza Juan Antonio Duro, director de la cátedra de Economía Local y Regional de la Universitat Rovira i Virgili. El precio de la vivienda es menor en las áreas rurales y además, añade, cuentan con un alto nivel de intangibles que impactan en la calidad de vida, como el acceso a espacios verdes y menos contaminación. Una carencia que sufre especialmente Barcelona y su área metropolitana y que ha quedado patente con los diferentes confinamientos. El espacio público es, junto al nivel de riqueza, otra de las grandes desigualdades.
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